Pep Guardiola comienza a ver el futuro con más optimismo como entrenador del Barcelona. Hubo momentos con muchas dudas, pero la implicación de sus futbolistas ayudaron para acabar de convencerle. Seguirá un año más y ya sólo queda escenificar la firma del contrato, aunque antes deberán rubricar todos sus ayudantes y colaboradores.
Para el técnico hubo un momento clave: la eliminatoria de cuartos de final de la Copa ante el Madrid. Sufrió mucho junto a los suyos, pero superar al equipo de Mourinho y tumbar al Valencia le ayudó a decidirse. Comprendió entonces el entrenador que su plantilla estaba dispuesta a pelear por todo en la presente temporada, algo primordial para él para encarar el día a día.
La hemeroteca certifica que las primeras semanas de febrero son determinantes para conocer sus intenciones. La temporada pasada se anunció su continuidad el 8 de febrero, justo cuando el equipo encaraba los octavos de final de la Champions midiéndose al Arsenal. Consideró entonces que sería la mejor manera para "despejar cualquier duda y que todo se centre en el juego del equipo". Ahora podría repetirse la ecuación: momento determinante del curso, con los billetes de Copa en el bolsillo y la sensación de que sus hombres lo darán todo por darle la vuelta a la situación en la Liga. Hay quien dice, incluso en las oficinas que en quince días la historia quedará resuelta.
"El vestuario no duda que Guardiola renovará. Él no da muchas pistas pero es más culé que el palo de la bandera", opinó Xavi. Sus jugadores esperan el gesto. La renovación de Pep es inminente.
Fuente: www.as.com