Según la prensa italiana de ayer, haciéndose eco de informaciones aparecidas en Inglaterra, el entrenador portugués Jose Mourinho habría mantenido una reunión definitiva el pasado fin de semana con el director deportivo del Inter, Marco Branca, en la cual le entregó un amplio dossier en el que además de una lista de objetivos (diferenciada entre imprescindibles y negociables), le hizo saber, por escrito, su filosofía de trabajo.
Mou sólo tiene pendiente su fichaje oficial, que se retrasará hasta que el Inter celebre la consecución de su tercer Scudetto consecutivo. Será entonces cuando se dé noticia a la marcha de Mancini y a la incorporación del técnico luso con un contrato de tres años de duración que le devolverá el status de mejor pagado del mundo (se habla de nueve millones de euros limpios por temporada).
Pero su llegada a San Siro no será en solitario. Dentro de esa lista de fichajes existen dos nombres poco menos que innegociables y que él conoce bien. Quiere el carácter de Lampard para el centro del campo y el instinto de Drogba para la delantera. Por ambos el Inter podría ofrecer al Chelsea cerca de 60 millones de euros, lo que facilitaría su salida de Stamford Bridge.
Mourinho, de hecho, ya se ha puesto manos a la obra en la confección del nuevo Inter de Milán. Moratti, su principal valedor, le ha dado carta blanca y el entrenador portugués trabaja en la planificación de un equipo con un objetivo claro: La Champions.