El verano de 2013 ha sido generoso en competiciones internacionales. Además de la Copa Confederaciones de Brasil, los meses de junio y julio nos brindaron dos de los principales escaparates para los mejores futbolistas jóvenes del planeta: el Europeo sub21 y el Mundial juvenil.
La selección española, con un equipo que podría competir perfectamente a nivel absoluto, se impuso en el Viejo Continente. En una Copa sub 20 llena de variopintas sorpresas, Francia se proclamó reina del Mundo.