Muchas de las respuestas a las preguntas relacionadas principalmente con el rendimiento del portero, en concreto con la lateralidad, personalidad y la toma de decisiones las encontramos en los estudios de Neurociencia y Deporte, gracias a los cuales sabemos que el portero es una mezcla de reacción biomecánica–emocional, que después de obtener la información necesaria para responder, descodificarla y procesarla a nivel mental, actúa con programas cerebrales que ayudan a entender mejor porqué la elección de una respuesta técnica u otra en una situación táctica concreta, individual o colectiva.