La primer final de la Copa no pudo ser mejor. En una verdadera demostración de fútbol y poder, Liga de Quito vapuleó a Fluminense por 4-2 en su estadio, la Casa Blanca, ante unos 35.000 aficionados. Los goles del local fueron obra de Claudio Biéler, de gran actuación, Joffre Guerrón, Jairo Campos y el capitán Patricio Urrutia. Fluminense, que poco hizo para merecer dos goles, descontó por medio de Dario Conca, su mejor jugador, y Thiago Neves.
Ambos equipos definirán el título de la 49 edición de la Libertadores en el compromiso de vuelta que se disputará el próximo miércoles en el estadio Maracaná de Río de Janeiro. No obstante, los dirigidos por Edgardo 'El Patón' Bauza, irán al partido de vuelta en Río con la intención de mantener la ventaja y realizar un partido "inteligente", que le permita obtener el título continental por primera vez, comentó Paúl Ambrossi, al final del partido.
El primer gol universitario llegó en el primer minuto de juego, cuando Claudio Bieler logró poner la punta del zapato a un centro rasante de Joffre Guerrón desde la banda derecha, para golpear justo el balón y dirigirlo al fondo de la portería del ''Flu''.
Diez minutos más tarde, cuando el equipo brasileño se había volcado al ataque, el árbitro pitó una falta a favor del Fluminense que, magistralmente cobrada por Darío Conca, se coló por una esquina de la portería de José Francisco Cevallos.
Liga de Quito sintió entonces el aguijón carioca y tuvo que ordenar sus líneas para contener las arremetidas del ''Flu'' y mejorar el control del balón en la mitad de la cancha, con proyección al ataque.
Casi toda la ofensiva universitaria llegó al área brasileña: primero fue Damián Manso con un disparo que rebotó en la defensa y, como una sombra, Guerrón apareció con un disparo cruzado que se metió al fondo de las mallas para concretar el segundo de Liga, a los 28 minutos.
Un disparo al arco de Manso fue desviado por el portero Fernando Henrique al tiro de esquina y el defensor universitario Jairo Campos, que se había ido a cabecear, remató cruzado a la esquina superior derecha de la portería del Fluminense para marcar el 3-1, a los 33 minutos.
Ese marcador parecía un premio justo al orden táctico y a la pujanza y buen toque de los locales, que fallaron en un par de ocasiones.
Pero fue en otro tiro de esquina, en el minuto final del primer tiempo, en que el Patricio Urrutia, colado entre los defensas brasileños, saltó y alcanzó a cabecear la pelota para concretar el cuarto gol para los universitarios.
Tras el descanso, Fluminense salió a acortar la distancia y lo consiguió rápido, cuando Thiago Neves, en el minuto 51, se internó en un área desguarnecida de universitarios, vio un centro por alto, se elevó y golpeó el balón cruzado, para hacer imposible la estirada de Cevallos y lograr el segundo gol brasileño.
Bauza, desde el banco, pidió a sus dirigidos no confiarse de laventaja y a mantener el orden táctico, pues Fluminense daba muestras de querer acortar más la distancia, aunque no lo consiguió.