La regla que le permite tocar el balón con las manos dentro de su área hace del portero la demarcación más especializada de un equipo; pero ¿es éste un motivo suficiente para diseñar un entrenamiento específico? En las últimas dos décadas ha ido adquiriendo peso esta idea, de manera que la figura del entrenador de porteros está incorporándose cada vez con más fuerza a los equipos. Aunque durante este tiempo la evolución y mejora de los métodos de trabajo ha sido notable, creemos que todavía es insuficiente.