La habilidad del portero para orientarse en espacios que cambian continuamente, es crucial para saber decidir a tiempo.
Tenemos que entrenar desde la formación esta destreza con un adecuado proceso de enseñanza-aprendizaje, enseñar a saber posicionarse coordinando todas las referencias de los movimientos de los compañeros y contrarios, para que el portero aprenda a interpretar las opciones del juego desde la perspectiva del poseedor del balón. (Llopis, L. 2010).
Por tanto, entender como lee el juego el portero, es imprescindible para entender como decide. Si cada decisión viene precedida de una lectura táctica concreta, y en ocasiones esa decision ha sido errónea, también es necesario modificar esa emoción negativa y no caer atrapado en el ciclo de las decisiones.