El fútbol es un deporte regulado externamente y por ello la toma de decisiones suele estar condicionadas por el comportamiento del oponente.
El entorno es incierto y lo único cierto es el cambio permanente; y los jugadores han de estar preparados para adaptarse a repetidamente a situaciones novedosas e inesperadas. Esta preparación ha de estar a cargo del entrenador, por lo tanto, el objetivo del artículo de este mes busca ofrecer a los técnicos herramientas para favorecer el cambio psicológico en los futbolistas, es decir, la creación de entornos de enseñanza y actitudes que favorezcan una mentalidad abierta a la experiencia de nuevas funciones, retos y aprendizajes.