Fuente: Fifa.com
En el planeta fútbol, cualquier personalidad capaz de ganar un campeonato mundial juvenil y el segundo puesto en una Copa Mundial de la FIFA tendría suficientes inconvenientes para caminar tranquilo por las calles de su país. Sin embargo, el argentino Gabriel Calderón representa la excepción a la regla: pese a acumular méritos en su selección y en las ligas de Francia y España, ha recibido un reconocimiento menor a todos sus pergaminos en Argentina....
No obstante, el panorama cambia radicalmente a la hora de pisar suelo asiático. Y es que Caldera, como lo apodan en su entorno, tuvo su estreno absoluto como director técnico nada menos que al frente de la selección de Arabia Saudita, a la que lideró en una campaña inmejorable hasta la fase final de Alemania 2006.
Cesado de su cargo antes de la gran cita mundialista, pero con su nombre bien ganado en la región, el argentino de 47 años llega ahora a hacerse cargo de Omán, una selección que busca imponerse en el Golfo y llegar a su primera Copa Mundial de la FIFA. Mientras programa su trabajo, el ex delantero comparte sus impresiones con FIFA.com: la vida en Muscat, el intercambio cultural y el deseo de repetir el éxito alcanzado previamente con los sauditas.
Ascenso vertiginoso
Ya instalado en las cálidas playas de Muscat, la capital de lo que muchos llaman el país con la población "más gentil" del Golfo, Calderón echa un vistazo al pasado y se sorprende por la velocidad con que logró ganarse un lugar en el siempre complejo mundo de los seleccionadores nacionales. "Antes de firmar con Arabia Saudita, en 2004, jamás me imaginé que hoy iba a estar en este lugar. No es simple conseguir un puesto para mostrarse como seleccionador sin haber pasado previamente por algún club, lo que representa un orgullo enorme. Sin dudas, le debo todo esto a la gente saudita que confió en mí pese a la falta de pergaminos", reconoce el argentino.
Gabriel Calderón se estrenó como director técnico en la selección de Arabia Saudita, a la que clasificó para la Copa Mundial de la FIFA Alemania 2006. Ahora, tras perderse la gran cita del año pasado, busca revancha al frente de Omán.
Gabriel Calderón se estrenó como director técnico en la selección de Arabia Saudita, a la que clasificó para la Copa Mundial de la FIFA Alemania 2006. Ahora, tras perderse la gran cita del año pasado, busca revancha al frente de Omán.
(AFP)
Karim Jaafar
Y habrá que confiar en su palabra. Para contratarlo, la Asociación de Omán pidió referencias a ex dirigidos de Calderón, así como a la dirigencia y la prensa saudita. El saldo, más que positivo, terminó por definir su contratación. "Cuando llegué se generó una expectativa enorme y enseguida manifesté que mi sueño es llevar a Omán hasta una Copa Mundial. Ojalá lo logremos, ya que confío plenamente en mis condiciones y en la de mi equipo de trabajo".
El argentino llega a un país apasionado por el fútbol y necesitado de triunfos, dado que acumula dos finales de la Copa del Golfo perdidas en forma consecutiva. Y para lograrlo, ya ha puesto en marcha un plan de trabajo que incluye un inminente viaje a Suiza para realizar distintos análisis y trabajos físicos con los futbolistas del ámbito local. Luego sí, llegará el turno de los amistosos.
De jeques, príncipes y fútbol…
El fútbol le ha abierto muchas puertas a Calderón, quien siempre se encarga de aclarar que la vida "es un viaje constante de aprendizaje". Primero, antes de cumplir 20 años, le permitió conocer Japón, donde formó parte del maravilloso equipo campeón juvenil liderado por Diego Maradona. Luego, más maduro, armó las valijas y se fue a jugar en Francia y España. Hoy, sentado en el banquillo, puede jactarse de vivir su segunda experiencia en un país con cultura árabe.
"Me encanta la ciudad, ya que es moderna, cálida y con gente muy amable", expresa a cada paso, aunque aclara que no dejará ningún detalle librado al azar. "Estoy perfeccionando mi inglés y voy a iniciar mis clases de árabe, aunque mientras tanto me manejaré con un traductor", aclara quien, en los últimos tres años, ha cambiado el ruido y las costumbres occidentales por un mundo donde reinan jeques y príncipes.
"¡Ya me estoy acostumbrando a este tipo de vida! (risas) Pero lo más importante es tener la posibilidad de conocer otras culturas. Por suerte me han recibido con mucho cariño, y espero responder de la misma manera a todas sus expectativas", completa, al tiempo que confiesa lo que más lo ha sorprendido desde su llegada: la presencia de camisetas argentinas en las calles de Muscat.
"Uno de cada tres llevan la camiseta de Argentina, ¡es impresionante! Eso habla del respeto y la admiración que tienen por nuestro fútbol", afirma.
El argentino Gabriel Calderón llega al aeropuerto internacional de Muscat el 6 de abril de 2007. Tres días más tarde, firmaría su contrato como seleccionador nacional de Omán.
El argentino Gabriel Calderón llega al aeropuerto internacional de Muscat el 6 de abril de 2007. Tres días más tarde, firmaría su contrato como seleccionador nacional de Omán.
(AFP)
Mohammed Mahjoub
Base organizativa
Considerada como la segunda potencia del Golfo, Omán le ha ofrecido al argentino un contrato de dos años. En ese lapso, intentará conquistar la región para luego sí, pegar el salto en el resto de Asia.
Claro que, teniendo en cuenta que la liga local es aún amateur, Calderón deberá recurrir a los futbolistas que militan en Qatar, Kuwait e incluso Inglaterra, tal es el caso del portero del Bolton, Ali Al Habsi. El resto, dicho está, saldrá del grupo "local" que entrenará cinco veces por semana bajo las órdenes del argentino.
"Cuando llegué dije que mi ilusión era llevar a Omán al Mundial. Lo logré con Arabia Saudita, aunque me quedé con las ganas de ir y participar en Alemania. Soy ambicioso, y espero sacarme las ganas con este equipo".
¿Su primera prueba oficial? La primera ronda de la Copa de Asia, en la que deberá enfrentarse nada menos que a Australia, Irak y Tailandia. "Sabemos que no será sencillo, pero tenemos material para pelear por un lugar en la otra fase. Tenemos un equipo joven y con buen potencial. Si hacemos un buen trabajo, podemos dar el salto de calidad".
Omán, nueva parada para el entrenador argentino Calderón
