En un deporte como el fútbol, donde la cooperaciónoposición son dos de sus características esenciales, es indispensable la capacidad del jugador para relacionarse positivamente con los compañeros y rivales. Es por ello que en este y el siguiente artículos vamos a ofrecer distintas orientaciones para el entrenamiento de la inteligencia emocional y social en el futbolista.
En la primera parte vamos a introducirnos en la mejora de la inteligencia emocional como condición necesaria para que el deportista se relacione consigo mismo y con los demás; y en la segunda presentaremos algunas estrategias básicas para que el jugador mejore su habilidad para escuchar y comunicar con eficacia, una vez cuente con el control sobre sus actitudes y esté en condición de “conectar” con otras personas.